miércoles, agosto 30, 2006

Guion de misa Domingo 22º durante el año

Celebrando la Vida
en el
Nuevo Milenio
Guiones para la celebración de la Cena del Señor
Ciclo "B"
Miguel Ángel Osimani
EDICIONES BETANIA
 
 
 
DOMINGO 22º
DURANTE EL AÑO
 
 
PREPARACIÓN: 
Antes de la salida del celebrante
 
Celebramos hoy el domingo vigésimo segundo del tiempo durante el año, y las lecturas que hoy escucharemos nos hablarán de nuestra respuesta al amor de Dios, a su Palabra. Una respuesta que debe ser de la totalidad de nuestra vida. Y Él nos conoce de una manera tan profunda, que no nos es posible engañarlo ni tampoco aparentar ante Él, lo que realmente no somos.
 
AMBIENTACIÓN: 
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial
 
La Ley de Dios nos expresa claramente su voluntad; nos manifiesta su plan y nos indica el camino que debemos recorrer para alcanzar la verdadera felicidad. Y el hombre no debe añadir ni quitar nada de los que Dios manda, ya que su Ley es sagrada. Y Jesucristo nos enseña que Dios mira el corazón del hombre, y su pureza es lo único que nos acerca a Él, por ello nos propone una nueva norma de conducta respecto a la pureza: la que verdaderamente importa es la espiritual.
1ª. LECTURA:  (Dt 4, 1-2. 6-8)         (Ver texto)
 
Estas palabras de Moisés nos preparan para lo que luego escucharemos en el Evangelio: el cumplir la voluntad de Dios y practicar su verdad en nuestra vida.
 
SALMO RESP.:     (14 2-5)    (Ver texto)
                    R.   Señor, ¿quién entrara en tu Casa?
              
2ª. LECTURA:    (St 1, 17-18. 21b-22. 27)    (Ver texto)
 
El apóstol Santiago es muy concreto y terminante: es preciso escuchar y abrirse plenamente aa la Palabra de Dios, pero es también preciso ponerla en práctica en nuestras vidas.
EVANGELIO:   (Mc 7, 1-8. 14-15. 21-23)     (Ver texto)
 
En este relato del Evangelio, Jesús nos presenta la contradictoria visión entre Él y los fariseos; una oposición que es muy posible que hoy siga viva entre nosotros.
 
ORACIÓN DE LOS FIELES:
 
CELEBRANTE:
 
Hermanos, conscientes de que solamente Dios puede atender nuestras necesidades, le dirigimos nuestra súplica humilde y confiada, pidiéndole por la Iglesia, por el mundo y por todos los hombres.
 
GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:
"PADRE, ESCÚCHANOS"
v Padre bueno, te pedimos por la Santa Iglesia y el Vicario de tu Hijo en la tierra, para que todos los hombres escuchemos en su magisterio, la expresión concreta de tu Ley, oremos...
 
v Padre santo, te pedimos por nuestros Obispos, por nuestros sacerdotes, para que por el testimonio de sus vidas se acreciente nuestra fe, se mantenga viva nuestra esperanza y crezcamos en el amor, oremos...
 
v Padre todopoderoso, te pedimos por nuestra patria, para que todos, gobernantes y gobernados, trabajemos hoy más que nunca, ante intentos concretos de implantar la cultura de la muerte por medio del aborto, para que ninguna de nuestras leyes se contraponga con la Ley de Dios, oremos...
 
v Dios de todo consuelo, te pedimos por los que sufren, los enfermos, los abandonados, los sin trabajo, sin techo, los marginados, para que encuentren en nosotros verdaderas entrañas de misericordia ante su sufrimiento, oremos...
 
v Dios rico en misericordia, te pedimos por todos los católicos, para que en nuestra comunidad se viva verdaderamente el espíritu profundo de la Ley del Señor y no nos contentemos solamente con el cumplimiento formal, oremos...
 
CELEBRANTE:
 
Padre, ponemos en tus manos estos anhelos pidiéndote los hagas realidad entre nosotros y en todos los hombres, y nos concedas la sabiduría y la fortaleza de hacer realidad en nuestras vidas cada una de tus palabras. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
 
Junto al pan y el vino para el sacrificio, presentemos a nuestro Padre el sincero compromiso de vivir auténticamente una vida de acuerdo con su voluntad.
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")
Con toda nuestra fe puesta en la fuerza del amor de Dios, que nos ama a pesar de nuestro pecado, elevémosle nuestra acción de gracias por el gran don de su Hijo, nuestro Salvador.
COMUNIÓN:
En el Salmo hemos respondido a la Palabra de Dios diciéndole: "Señor, ¿quién entrará en tu Casa?". El que procede rectamente y practica la justicia, el que dice la verdad de corazón..."; que esto nos sirva de meditación mientras lo recibimos sacramentado.
DESPEDIDA:
Ahora, al volver a nuestras tareas diarias, llevemos muy presente el que toda nuestra vida, toda nuestra moral, tiene que estar sólidamente basada en la Ley del Señor, ya que de lo contrario, la estamos rechazando y asó rechazamos al mismo Dios.
 
 


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domingo, agosto 27, 2006

Domingo 21 durante el año - Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 6, 60-69

EVANGELIO

 

¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna

 

a    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Juan

6, 60-69

 

Después de escuchar la enseñanza de Jesús, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo ?»

Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes?

El Espíritu es el que da Vida,

la carne de nada sirve.

Las palabras que les dije son Espíritu y Vida.

 

Pero hay entre ustedes algunos que no creen».

En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.

Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».

Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de Él y dejaron de acompañarlo.

Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?»

Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios».

 

Palabra del Señor.

 

 

Reflexión

 

 

¿TAMBIÉN VOSOTROS ME VAIS A DEJAR?

1.- Hay momentos en la vida en que hay que cambiar de dirección y conducir el coche en dirección totalmente opuesta a la que se llevaba o dar un golpe de timón y regresar a puerto, o no queda más remedio que saltar del avión y confiarse a un frágil paracaídas.

Lo que no se puede es hacer las cosas a medias, poner la mano al arado y seguir mirando atrás, o tratar de servir a Dios y el dinero o pretender ser cristiano viviendo más paganamente que los vecinos. Hay que tomar una decisión drástica.

Josué se lo dice al pueblo de Israel con toda serenidad, pensadlo bien vuestros padres tuvieron dioses patrios y los habitantes de esta tierra en que vivís tienen los suyos, tenéis tres caminos que elegir, volver a los dioses patrios, vivir con los dioses de vuestros vecino o seguir al único y verdadero Dios. Así de sencillo, Dios, el verdadero, no quiere que le sigan a la fuerza.

Tampoco el Señor Jesús quiere que le sigan a la fuerza, cuando su doctrina se hace difícil y se queda sin discípulos, les pregunta a los doce apóstoles ¿También vosotros me vais a dejar?

 

2.- Y esta es una tremenda pregunta a cada uno de nosotros “también tú me vas a dejar” debe ser en muchas ocasiones como una llamada de aviso, como un grito de guerra.

Cuando dos novios quieren llevar una relación limpia y se sienten ridiculizados por aquello de las relaciones prematrimoniales “¿también vosotros me vais a dejar”?

Cuando se duda en emplear un veraneo o como todos en playas o discotecas o en campamentos con niños necesitados o levantando casa en tierra asoladas por la guerra, ante la duda oigamos a Cristo “¿también tú me vas a dejar?

Cuando una mordida apetecible es rechazada con honradez ante la mirada de lástima de los que están de vuelta no nos olvidemos “También tú me vas a dejar”.

3.- En este ambiente inmoral, corrompido, antirreligioso en que vivimos, cada uno debe preguntarse si estamos aquí, si me siento luz y sal de la tierra o no nos distinguimos en nada de los peces muertos que se dejan llevar por la corriente.

Si no ha llegado el momento de girar en redondo y tomar un camino a contra corriente o serviremos a dioses tan democráticos como antiguos en la humanidad del sexo, de la corrupción, del dinero fácil.

Si no ha llegado el momento de confiarnos a ojos cerrados al frágil paracaídas de la fe en Dios que nos llevará a buen término.

“¿También tú me vas a dejar?” es un reto y al tiempo un grito de guerra.

Cuando una joven casada o un joven casado empiezan a sentir las redes de un compañero de trabajo trotacatres o una secretaria facilota y sin moral sirva de revulsivo el grito de Cristo “¿También tu me vas a dejar?”

 

José Maria Maruri, SJ

www.betania.es

 

miércoles, agosto 23, 2006

Guión misa del Domingo 21º durante el año - 27 de Agosto

Celebrando la Vida
en el
Nuevo Milenio
Guiones para la celebración de la Cena del Señor
Ciclo "B"
Miguel Ángel Osimani
EDICIONES BETANIA
 
 
 
DOMINGO 21º
DURANTE EL AÑO
 
 
PREPARACIÓN: 
Antes de la salida del celebrante
 
Celebramos hoy el domingo vigésimo primero del tiempo durante el año, y, como todos los domingos, nos reunimos nuevamente alrededor de la mesa del altar para encontrarnos con Cristo, en su Eucaristía, porque ella nos incorpora a su Persona, haciendo de nosotros mediadores de su Presencia en el mundo.
 
AMBIENTACIÓN: 
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial
 
El Señor, siempre fiel a su promesa de amor a pesar de las infidelidades del hombre, quiere que todos se salven; y hoy nos propone que libremente, respetando nuestra libertad, aceptemos su Palabra, prestemos nuestra adhesión a su divina revelación, que supera todo conocimiento puramente humano. Hoy nos ofrece el don de la fe, sin la cual nadie puede reconocer la divinidad de su Hijo, y esta fe, don que sólo Dios concede, nos implica un seguimiento total de Cristo, que es quien realmente tiene palabras de vida eterna; Él es nuestra esperanza, el único que no defrauda.
1ª. LECTURA:  (Jos 24, 1-2a. 15-17. 18b)         (Ver texto)
 
Ya conquistada la tierra de Canaán, Josué exige al pueblo judío que escoja entre seguir al Dios verdadero o apartarse de Él.
 
SALMO RESP.:     (33, 2-3. 16-23)    (Ver texto)
                    R.   ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
              
2ª. LECTURA:    (Ef 5, 21-32)    (Ver texto)
 
Pablo nos presenta la relación entre los esposos como una relación de amor. Por eso es signo y reflejo, es verdadero sacramento del amor de Dios.
EVANGELIO:   (Jn 6, 60-69)      (Ver texto)
 
El Evangelio de este domingo nos presenta el desenlace del discurso de Jesús sobre el pan de vida, y la distinta reacción de los oyentes ante su propuesta de ser el verdadero camino de vida eterna.
 
ORACIÓN DE LOS FIELES:
 
CELEBRANTE:
 
Y ahora hermanos, confiando totalmente en Dios, nuestro Padre, que conoce hasta lo más profundo de nuestro corazón y de nuestra vida, presentémosle nuestras necesidades y nuestros desos.
 
GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:
"POR TU HIJO, EL PAN DE VIDA, ESCÚCHANOS SEÑOR"
v Padre santo, te pedimos por la Iglesia y el Santo Padre, para que sea siempre nuestro guía de la verdadera y única doctrina de Cristo, oremos...
 
v También te pedimos por quienes Tú ungiste para guiar esta porción de tu Iglesia, para que junto a ellos formemos una comunidad diocesana que siga fielmente a tu Hijo, oremos...
 
v Señor de la vida, te pedimos por todos los que han consagrado su vida a tí, para que ella sea testimonio de entrega, fidelidad y alegría, que convoque a los jóvenes y a las jóvenes, a seguirte con esa misma disposición, oremos...
 
v Dios de todo consuelo, te pedimos por tantos hermanos nuestros que se encuentran en una situación límite, para que puedan encontrar en tu Hijo, en tu Iglesia y en cada uno de nosotros, un motivo para seguir esperando, oremos...
 
v Y porque nuestra fe es débil, te pedimos Padre, por todos los cristianos, para que nos la aumentes y, haciendo nuestra opción de fe, sigamos cada día con más fidelidad, las enseñanzas de Cristo, nuestra verdadera esperanza, oremos...
 
CELEBRANTE:
 
Señor y Padre nuestro, escucha esta oración de tu pueblo; concédenos el que siempre podamos dar a tu Hijo la misma respuesta que le dio Pedro, y así, con fidelidad, demos testimonio de Él con nuestras propias vidas. Te lo pedimos por el mismo Cristo, nuestro Señor. 
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
 
Hoy también queremos ser de aquellos que no abandonaron a Cristo, sino que lo siguieron, por eso, junto al pan y el vino, ofrezcamos al Padre este compromiso.
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")
Este es el momento central de nuestra Eucaristía: ahora, por el gran amor que nos tiene, Jesús hará presente y actual su sacrificio, del que nace nuestra vida; por eso damos gracias a Dios.
COMUNIÓN:
Este Pan de vida, del que ahora vamos a participar, nos impulsa a confiar cada vez más plenamente en Cristo: sabemos que Él es el alimento para la vida eterna.
DESPEDIDA:
Al despedirnos, lo hacemos con el compromiso de conservar viva en  nuestro corazón la Palabra de Dios que nos ha llamado a vivir en el amor y en la unidad, con una adhesión plena a ella y un reconocimiento total del poder de Dios, para quien todo es posible.
 


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lunes, agosto 21, 2006

FELIZ DIA DEL CATEQUISTA

 
VAYAN POR TODO EL MUNDO, ANUNCIEN
LA BUENA NOTICIA A TODA LA CREACIóN (Mc 16,15) 
__._,_.___

sábado, agosto 19, 2006

Domingo 20 de Agosto reflexión

EVANGELIO

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida

Lectura del santo Evangelio según San Juan. 6, 51-58.


Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.
Discutían entre sí los judíos y decían:
"¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?"
Jesús les dijo: "En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron: el que coma este pan vivirá para siempre."

 

Reflexión

 

 

 

UN PUNTO DE ENCUENTRO CON DIOS

1. - Cuando el hombre busca un punto de encuentro entre Dios y el mismo hombre, busca un monte que lanza su cima al cielo en su ansia de penetrar hasta la divinidad. Y ahí tenéis al Fuji, monte sagrado del Japón. O, también, busca un río que fecunda la vida de la tierra y pasa limpiando la suciedad del mundo. Y ahí tenéis el Ganges o el Nilo.

Pero cuando es Dios el que ofrece un punto de encuentro al hombre, lo que ofrece es una mesa familiar con un trozo de pan y un vaso de vino. Y es que el verbo de Dios hecho hombre no sólo participa de nuestro pan y nuestro vino, sino que nos invita a un pan y a un vino repletos de la misma vida de Dios.

2. - Y cuando el Señor toma como símbolos realmente portadores de la vida divina nuestro pan y nuestro vino, alimentos comunes de nuestra vida humana, nos está hablando de la necesidad que tenemos de recibir el pan vivo bajado del cielo en la Eucaristía para mantener la vida, como es indispensable el alimento para mantener la vida corporal, que todos sabemos que por falta de él mueren al año millones de personas.

El Señor no está diciendo que no nos dejemos morir espiritualmente por inanición, dejando de recibir el pan y el vino que Él nos ofrece. ¿Cuándo viniendo a misa no comulgamos no estamos dando a entender que no sabemos que ese pan es absolutamente necesario para vivir en Dios?

3. - Al comer el pan vivo no comemos un pan que asimilamos y vivificamos nosotros, es una vida que metemos en nosotros que tiende a transformar la nuestra y perpetuarla.

-- Un pan que mete en nosotros el torrente infinito de la misma vida de Dios, que fecunda lo bueno que hay en nosotros y que purifica lo malo que tenemos.

-- Un pan de vida que nos obliga a vivir, que no nos permite permanecer en la inercia, que nos saca del coma profundo en que tantas veces estamos.

-- Un pan tan excesivamente lleno de vida que puede producir una infección que acabe con la flora abundante que mantiene en nosotros el egoísmo.

-- Un pan de vida que va a descentrarnos, sacándonos del girar alrededor nuestro, para lanzarnos a girar alrededor de Dios y de nuestros hermanos los hombres.

-- Un pan que nos hace sintonizar con el mundo de Jesús, un mundo limpio, lleno de amor sacrificado, un mundo de hermanos, en el que cada uno sea constructores activos de fraternidad.

Por eso –por todo ello—las exigencias de la Eucaristía nos dan miedo.

 

José María Maruri, SJ.

www.betania.es                      

 

JESÚS: ¿PAN DE VIDA?

Jesús ¿pan sin sabor?

-Unos lo gustan como lidera pero no lo saborean como presencia real de Dios

-Otros lo comen mecánicamente. Y, por esa actitud, se diluye sin efecto en sus entrañas

-Algunos lo escuchan sin interés .son palabras que pronto difuminará el viento

-Muchos lo toman como si fuese un seguro de vida .pero no caen en la cuenta de que tiene un precio: seguir y vivir el mensaje de Aquel que lo amasa

-Otros más lo comulgan pero no lo ven .ojos que no ven corazón que no siente

Jesús ¿pan para nada?

-Unos acuden a El cuando su casa se resquebraja .y lo olvidan cuando, de nuevo, está ya construida

-Otros se sientan para participar de su mesa .y a continuación cierran filas para que no entren más comensales

-Algunos quisieran espectaculares milagros .pero se resisten a ver el trasfondo divino de ellos

-Muchos lo siguen porque no pierden nada .pero luego les cuesta bastante el dejar algo por el “todo”

-Otros más apuran su cáliz .pero les resulta duro el despuntar sus vidas al estilo de Jesús

Jesús ¿pan sin trascendencia en nuestra vida?

-Unos lo llevan grabado en oro pero en su corazón aparece como invisible

-Otros lo esculpen en las cumbres de los montes pero no lo ven en el prójimo

-Algunos lo comulgan en la Eucaristía y lo rechazan en lo cotidiano de la vida

-Otros más no lo comulgan en la Iglesia prefieren un Jesús “a la carta”

Jesús ¿pan que nos cambia?

-Unos lo ven como personaje operativo y presente .saben que su figura no ha quedado encorsetada en una simple página de la historia

-Otros lo viven en propia sangre .lo  hacen vida con su vida

-Algunos lo ven como regalo del cielo .y lo llevan a mil rincones de la tierra

-Otros más intuyen que es fotocopia de Dios y lo multiplican a miles con su testimonio veraz y comprometido

Jesús ¿pan de contradicción?

-Unos dicen que hace tiempo que pasó, vivió y murió y con esta afirmación se construyen castillos de falsas vidas y de intereses mezquinos

-Otros afirman que vive y tratan de cambiar el mundo con la fuerza de su amor negándose, si es preciso, a sí mismos

-Algunos dudan de su presencia y convierten su vida en un “sí” pero luego en un “no”.

-Otros más ni dudan ni afirman .simplemente creen y esperan en la última Palabra que se presenta y se visibiliza en forma de pan

Jesús ¿pan que interpela?

-Unos lo ven como PAN duro al paladar .les resulta interpelador a sus cómodas vidas

-Otros lo comen por rito y obligación .es más fácil el comer que pasar hambre

-Algunos se acercan humildemente a su presencia saben que DIOS entra más cómodamente y mejor por esa puerta

-Otros más elevan sus ojos hacia el cielo pues saben que el horno de ese PAN está situado más allá del sol y de las estrellas. Es un pan que se multiplica con el cuchillo de la justicia, se cocina con las brasas que Dios sopla, se digiere con la virtud de la Fe, se retiene con los ojos de la esperanza, se mantiene eternamente tierno cuando se comparte, sirve como paladín para la vida eterna y se presenta en la mesa de Jesús por el gran panadero que es Dios.

Siempre, Jesús, será aquel pan de dios en medio de la gran mesa de los creyentes. para comulgarlo solo es necesario creer en el y esperar en el y entonces, solo entonces, poder vivir como el.

 

Javier Leoz

www.betania.es

 

LA BÚSQUEDA DE LA SABIDURÍA

La primera lectura de este Vigésimo Domingo del Tiempo Ordinario habla de la sabiduría y la sitúa frente --en contra-- de la insensatez. El conocimiento de Dios --ya lo hemos dicho otras veces-- nos coloca en una realidad personal más objetiva con olvido de fantasías inalcanzables o de deseos imposibles que suelen llenar nuestros tiempos insensatos cuando estamos lejos de Dios. La búsqueda de Dios ha de ser, además, placentera y humilde. No se trata de una asignatura técnica, ni tampoco de un ejercicio histórico de investigación. Basados en las Escrituras y en lo que los cristianos, a través de los siglos e inmersos en esa conexión valida llamada Comunión de los Santos, nos han ido aportando: la Tradición.

Nuestra experiencia personal surgida de una conversión, llegada -entonces- en medio de una realidad personal muy intelectualizada y politizada, nos índica que sin la esperanza de que sea Dios quien te enseñe, nada puedes sacar adelante. El momento de la conversión es ese conocimiento de que no se está solo y que el camino a seguir no tiene ni tiempo, ni espacio, ni prisa, ni fin. La fe se convierte luego en algo ligero y nada oprimente: que no es tanto creer lo que no se ve, como intuir con seguridad lo que después veremos. Dicen que una de las primicias de ese Mundo Futuro es la Eucaristía: la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo. Sin duda, y como experiencia personal, diremos que ayuda fundamentalmente en ese camino primero de relación con Dios.

La misa --mesa en la que coinciden la Escritura y la Eucaristía-- es un ingrediente fundamental para ir creciendo en el conocimiento de la cercanía de Dios. Por eso consideramos muy importantes estos domingos de Agosto que la liturgia nos presenta las Lecturas Eucarísticas y, sobre todo, los pasajes del Evangelio de San Juan en los que Jesús habla de entregar su Cuerpo y su Sangre para la salvación de todos.

Es, precisamente, el pasaje que leemos esta semana en el que el mismo Jesús confirma que su Cuerpo y su Sangre son verdadera comida y verdadera bebida. No un planteamiento simbólico. Junto al convencimiento testimonial que nos dan las Escrituras está esa aproximación interna que nos acerca a la verdad y que produce la recepción de la Eucaristía. No es un acto sentimental, no se trata de sentimientos, es una comunicación con Quien se recibe. ¡Ojalá muchos que no se acercan al Sagrario pudieran comenzar a intuir las "ventajas" fehacientes que la recepción del Cuerpo y de la Sangre de Cristo producen!

 

Ángel Gómez Escorial

www.betania.es

miércoles, agosto 16, 2006

Guión de misa - Domingo Nro 20 durante el año

Celebrando la Vida

en el

Nuevo Milenio

Guiones para la celebración de la Cena del Señor

Ciclo "B"

Miguel Ángel Osimani

EDICIONES BETANIA

 

 

 

DOMINGO 20º

DURANTE EL AÑO

 

 

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

El Señor con su presencia inaugura el banquete escatológico, la gran fiesta del Reino de los Cielos, en la que Él nos colma realmente al darse como alimento, pero a la vez nos deja hambrientos, ya que al recibirlo infunde en nuestras almas el deseo incandescente de recibirle de nuevo en esta comida fraternal junto a nuestros hermanos.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

Hoy Dios nos habla de la vida del cielo bajo la imagen de una fiesta, de un banquete. Y Jesús utiliza la misma imagen, en sus enseñanzas, para hablarnos del Reino de los Cielos. Y Él nos ha preparado ya para esta vida terrenal, un banquete en el que Él mismo se nos da como alimento, con su carne, su sangre, su alma y su divinidad: la Eucaristía, el Pan vivo bajado del cielo. Y Él hoy nos dice: "Les aseguro que si no comen mi carne y no beben mi sangre, no tendrán vida".

1ª. LECTURA:  (Pr 9, 1-6)         (Ver texto)

 

Ya en el Antiguo Testamento se nos presenta los tiempos del Mesías como una gran fiesta, en la que el Señor llama a los sencillos y humildes a participar.

 

SALMO RESP.:     (33, 2-3. a0-15)    (Ver texto)

                    R.   ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!

              

2ª. LECTURA:    (Ef 5, 15-20)    (Ver texto)

 

El apóstol Pablo nos exhorta a comportarnos como verdaderos seguidores de Cristo, obrando en todo de acuerdo con la voluntad de Dios.

EVANGELIO:   (Jn 6, 51-59)      (Ver texto)

 

Jesús, continuando con el discurso del Pan de vida que venimos escuchando desde hace dos domingos, nos manifiesta hoy que Él es el Pan vivo bajado del cielo, el Pan para la vida del mundo.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Sintiéndonos realmente hijos de Dios, y con la absoluta confianza que Él nunca deja de escucharnos, presentémosle nuestra súplica por las necesidades dela Iglesia, del mundo y de todos nuestros hermanos.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"POR CRISTO, PAN DE VIDA, ESCÚCHANOS SEÑOR"

v Por la Santa Iglesia, para que todos los hombres recibamos en nuestro corazón su llamada, la de tu Hijo, que nos convoca al banquete del Reino de los Cielos, oremos...

 

v Por la paz en nuestro mundo, para que cesen definitivamente los odios, los rencores y la violencia, especialmente en Tierra Santa entre nuestros hermanos judíos y musulmanes, y los responsables políticos sigan el camino de la razón y abran nuevas posibilidades de diálogo y de acuerdo y así se alcance una auténtica y definitiva paz, oremos...

 

v Por nuestra comunidad diocesana, para que todos los que la formamos tomemos conciencia de nuestra responsabilidad de llevar a nuestros hermanos, el alimento de la Palabra y el Cuerpo de tu Hijo, oremos...

 

v Por todos los que sufren, en su cuerpo o en su espíritu, para que en tu Hijo encuentren la fortaleza y el alivio, y en nosotros la caridad fraterna, oremos...

 

v Por todos los que participamos del mismo Pan eucarístico, para que entrando en una verdadera comunión con Cristo y con nuestros hermanos, compartamos con ellos los bienes que Tú nos has dado, oremos...

 

CELEBRANTE:

 

Dios y Padre nuestro, atiende favorablemente estas intenciones, y concédenos el que constantemente podamos ser alimentados con el Pan vivo bajado del Cielo, y así, entrando en comunión con tu Hijo, tengamos el amor de compartir lo nuestro con todos nuestros hermanos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Porque es nuestro deseo el compartir el pan que se nos da, el don gratuito de los bienes que de las manos de Dios hemos recibido, con los que nada tienen, lo ofrecemos en el altar junto al pan y el vino.

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Cantemos con gozo nuestra acción de gracias al Padre, que nos ha dado a su Hijo para que, comiendo su Cuerpo y bebiendo su Sangre, vivamos eternamente.

COMUNIÓN:

Participemos ahora del banquete que ya nos anticipa el del Reino de los Cielos, recordando las palabras que el mismo Jesús nos dijo hoy en el Evangelio: "El que coma de este pan vivirá eternamente".

DESPEDIDA:

Al regresar a nuestros hogares, hagámoslo con el compromiso de conservar viva en nuestro corazón la Palabra de Dios que nos ha llamado a alimentarnos con el verdadero Pan, el Pan para la vida eterna: Cristo, que es Pan de vida y esperanza de los hombres.

 

martes, agosto 15, 2006

Asunsión de la Virgen María

 Posted by Picasa

Asunsión de la Virgen María

 

FUNDAMENTO DE ESTE DOGMA
El Papa Pío XII bajo la inspiración del Espíritu Santo, y después de consultar con todos los obispos de la Iglesia Católica, y de escuchar el sentir de los fieles, el primero de Nov. de 1950, definió solemnemente con su suprema autoridad apostólica, el dogma de la Asunción de María. Este fue promulgado en la Constitución "Munificentissimus Deus":

"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".

¿Cual es el fundamento para este dogma? El Papa Pío XII presentó varias razones fundamentales para la definición del dogma:

1-La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.

2-Su Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le nutrió, le cuido, le estrecho contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción.

3-Su Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.

4-Su participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma.

La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas.

Madre Adela Galindo SCTJM

fuente :www.corazones.org

 

 

domingo, agosto 13, 2006

Domingo XIX durante el año - Evangelio según San Juan. 6, 41-52.

EVANGELIO

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.

Lectura del santo Evangelio según San Juan. 6, 41-52.

Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: "Yo soy el pan que ha bajado del cielo." Y decían: "No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?" Jesús respondió: "No murmuréis entre vosotros. "Nadie puede venir a mí si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna.

Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná del desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo."

Reflexión

LA DIFICULTAD DEL CAMINO

1. - Si Elías hubiera vivido en nuestros tiempos le habríamos enviado a un siquiatra, porque lo que tenía era una gran depresión, cansado del trabajo que Dios le había encomendado, harto de los hombres y de si mismo, con una gran angustia por la persecución de Jezrael, que no encuentra otra solución a sus problemas que la muerte, y sin ánimo más que para estar tumbado y dormir.

Pero Dios no le deja solo. Le deja dormir velando su sueño, le da fuerzas dándole alimento y le anima a caminar porque Él va a estar constantemente a su lado.

2. - También a nosotros se nos hace insoportable el camino, hartos de luchar, hartos de los demás y de nosotros mismos, hasta enfadados con Dios... y el camino de la vida se nos hace largo.

* Largo porque en vez de caminarlo lo dormimos y así siempre estamos en el mismo sitio con todo el camino por hacer.

* Largo porque no miramos más que las piedras con que tropezamos, cuando deberíamos mirar hacia arriba, hacia esa cima cada vez más cercana de esa vida que Jesús nos promete y que ya llevamos dentro por nuestra Fe en Él.

* Largo porque no sabemos gozar de las pequeñas maravillas que bordean el sendero: la florecilla silvestre, el arroyuelo cantarín, la mariposa llena de color, una bonita amistad.

* Largo porque lo andamos sin alegría... y cantando se pasa mejor en la vida.

* Largo porque nos empeñamos en caminarlo en ayunas, sin acudir al pan que da vida y energía, y que Jesús nos ha dejado en la Eucaristía

* Largo sobre todo porque nos empeñamos en recorrerlo solos, lejos de una mano amiga que nos ayude en las cuestas arriba.

“Tabi wa michizure” dice el dicho japonés. El camino se hace suave o se hace insoportable dependiendo del compañero que lo comparte con nosotros. Y Jesús se ha hecho nuestro compañero.

3. - Jesús no nos va a llevar por autopistas bien asfaltadas. Jesús es pastor y nos lleva por senda de montaña. Pero va delante, haciendo el camino, y dándonos la mano para que la subida se nos haga suave y agradable. “El que quiera venir conmigo que me siga...”, porque él va delante.

Pidamos en la Eucaristía que sepamos encontrar en ella el alimento que nos da energía y vitalidad, y que también encontremos al compañero de nuestro largo camino.

José María Maruri, S. J.

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¿TE RECONOCEMOS, SEÑOR?

1.- Un servidor de combustible al acercarse un cliente para repostar le preguntó: ¿por qué viene Vd., a esta estación de servicio...por obligación o por necesidad? El automovilista contestó: ciertamente por necesidad. Sin el carburante, no podría seguir mi viaje ni llegar a la meta que me he marcado…

Sigue adelante este verano 2006. Son días tórridos donde, en muchos lugares de España, se han superado incluso los 40 grados. Esta sensación térmica produce cansancio y muerte, ansiedad y sed, desgaste, incendios, sequía y... necesidad de beber líquido en abundancia.

Y, en medio de estas calurosas semanas, parece como si el evangelio –que siempre se las sabe todas- nos pusiera el remedio: “Yo soy el Pan que baja del Cielo”.

Entrar durante el verano a una iglesia es encontrarse con un remanso privilegiado de paz y de frescura: el silencio produce serenidad y la Palabra de DIOS es mejor que una buena tónica o más efectiva que una coca/cola light.

Adentrarnos en la Eucaristía dominical y participar de ese PAN que en el cielo se cuece y en la tierra se vende.....produce un gran milagro si se saborea con el paladar de la fidelidad.

2.- Miramos al cielo en estos días queriendo encontrar alguna escasa nube que haga de paraguas entre los rayos del sol y nuestros cuerpos agotados.

Miremos también hacia el cielo para saber si somos capaces de valorar e intuir ese Pan que en la mesa del altar se convierte en vitamina para seguir caminando como hijos del Padre.

Miremos a nuestro corazón y preguntémonos si comemos por obligación o por necesidad. Sólo cuando se tiene hambre, se aprecia el pan con gusto y placer y además, quedan ganas de repetir.

Sólo, cuando se tiene hambre por obligación, somos capaces de tirar lo que sobra. De sonreír por lo que nos ponen en la mesa, de no dar el valor que representa un alimento.

Con la eucaristía, pasa tres cuartos de lo mismo: desde la necesidad de dios, la eucaristía, produce frutos que nunca hubiéramos imaginado. Desde la rutina y desde la pura mecanicidad se convierte en aburrimiento y en algo sin sentido.

Probemos en asistir a un banquete donde, ya de antemano, lleguemos tarde, pongamos cara larga, no escuchemos al anfitrión o sentémonos como si la comida no fuera con nosotros. Acabará la fiesta y, además de marcharnos sin comer, nos habremos dado cuenta que la responsabilidad no la tenía ni el ambiente ni el anfitrión, ni la audición o los interlocutores...sino la actitud que mantuvimos como comensales. Nuestro cerrazón a la verdad, a la Palabra, a la Vida y al Camino que nos propone Jesús.

Y, por si lo hemos olvidado, recordemos que el pan de la Eucaristía es pan de vida eterna.

Javier Leoz

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EL SEÑOR NOS SALVA DE LA ANGUSTIA (SALMO 33)

1.- Hace un par de semanas me refería al Salmo 33. Ahora, tanto en las lecturas de este domingo 19 del Tiempo Ordinario, como en las relativas al próximo, el vigésimo se incluye la lectura del referido salmo 33. La segunda parte del Salmo 33 la tendremos en la misa del domingo siguiente. Me ha parecido oportuno, entonces, volver sobre el tema, basándome en lo escrito anteriormente. Otra cuestión –todo sea dicho de paso—que muy pocas veces hay en las homilías comentarios sobre los salmos, aunque, obviamente, son parte muy básica y muy didáctica de la misa. Bueno, esa reiteración del salmo 33 para algunos lectores les resultará conocido, pero no así para otros.

Es un texto prodigioso, de máxima actualidad y que puede servir como receta para nuestra oración diaria. El Salmo 33 debe ser leído con mucha atención. Dice. "Yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias". Y así fue para mí. Los versos del Salmo son como una narración personal. La angustia está siempre muy presente en los humanos. Y ese mal nos hace vivir peor. El Salmo 33 parece una obra moderna, como si hubiera sido escrito a la medida de nuestra época plena de estrés y sobrado de angustias. Reconozco tener una especial predilección por dicho Salmo. En cierta ocasión, todavía a medio convertir, en un momento grave y difícil, tras la lectura –casi accidental e imprevista del mismo—se produjo el cambio. Me problema se había resuelto de manera casi inmediata o, al menos, yo vi la solución ahí.

No cabe la menor duda que los Salmos son las piezas oracionales de gran importancia, dentro de lo que nos ofrecen las Sagradas Escrituras. Su lectura nos inicia en un tiempo de plegaria de enorme fuerza. No es pues casualidad que la Liturgia de las Horas –la formula de la Iglesia para rezar a Dios cinco veces al día—utilice los salmos como ingredientes principales. Por otro lado, los salmos son de una perspicacia social y psicológica muy notables. Se adaptan a nuestros problemas concretos, en un momento dado nos parece que alguien nos lo ha escrito a la medida, a pesar de han sido redactados hacia varios miles de años.

2.- “Cuando uno grita, el Señor les escucha y lo libra de sus angustias” Esa es mi juicio la invocación más segura. Uno, en el seno de su desesperación grita en ayuda del Señor y este acude de inmediato. El grito ha de ser sincero, no plañidero. Fuerte, inequívoco. Hay en el Salmo algunos versículos de parecida intención y contenido. “Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias”. Se trata de una frase muy parecida, que aparece casi al principio. Y también: “El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos”. Y es que en la tribulación el único consuelo verdadero y eficaz es Dios. “Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad; apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella”. Cambia de “argumento” el salmo y nos enseña el mal camino de la mentira. ¿Nos damos cuenta que en estos tiempos muchas conductas están basadas solo en la mentira y en la simulación? Pues así es. Y esas mentiras no solo son ofrecidas a los demás. Lo peor es mentirse a uno mismo y falsear nuestra propia conciencia. También es muy llamativo lo siguiente: “¿hay alguien que ame la vida y desee días de prosperidad?”. Todos deseamos eso, pues también podemos pedírselo al Señor.

3.- La oferta de ayuda del Señor que conocemos por el Salmo 33 queda muy clara en el ofrecimiento del Señor Jesús de su Carne y de su Cuerpo. Y es que el Sacramento que encierra y contiene dicha donación es sublime y cura todas las enfermedades, físicas y espirituales. Y esto no es una metáfora. La Iglesia tiene muchos testimonios –a lo largo de los siglos—de que la Eucaristía influye indeleblemente en hombres y mujeres para ayudarlos y sacarlos de sus dolencias. El Evangelio de Juan que hemos escuchado hoy contiene esa revelación sorprendente de Jesús de Nazaret. Él es pan bajado del cielo y el que come ese pan vivirá para siempre. Ciertamente, el pan del cielo es vehículo y viático para el mundo futuro, para la eternidad, pero, igualmente, es remedio seguro para las azarosas jornadas de nuestra vida presente.

4.- Elías –lo dice el capítulo 19 del Libro de los Reyes—se ve vencido en plena caminata por el desierto. Una depresión muy fuerte ocupa su mente y quiere morir. Todo en él, en esos momentos, es angustia. Pero Dios, el Señor, por medio de su ángel le envía pan desde el cielo y recobra fuerzas y todo el tino para seguir. Por dos veces el alimento celestial le llega y gracias a él llega al Monte de Dios, al Orbe, donde para los judíos residía Yahvé. Guarda este episodio relación con el evangelio y, por supuesto, con el Salmo 33.

La lectura atenta del fragmento de la Carta de San Pablo a los Efesios es un parte y un todo de los mensajes que hoy nos trae la liturgia de esta misa del domingo 19 del Tiempo Ordinario. Y es que, sin duda, los sentimientos de Elías serían parecidos a los que describe Pablo de Tarso: amargura, ira, enfados, insultos y todos los ejemplos de la maldad. Es la “torcedura” de ánimo que muchas veces al día y durante muchas jornadas sufre un buen número de hermanos nuestros. Bien puede ser por la depresión que es la enfermedad más extendida –dicen—ahora. Pero si buscamos a Cristo –aliento y medicina—recibiremos el amor y este amor nos sanará.

Hemos de reflexionar con calma en ese camino de curación –de consuelo—que nos ofrece siempre esta mesa del Pan y de la Palabra que es la Eucaristía. No dejemos pasar la ocasión de ser más felices. Hoy y siempre Jesús nos ayuda con su amor.

Ángel Gómez Escorial

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